El infierno en tus ojos

el fuego quema mi pálida piel,
tan solo el echo de sentir tu
voz me condena a seguirte
hasta mas allá de la muerte.


el pecado es algo ya nulo, solo
una seductora mirada hace que
mis pensamientos se vuelvan
confusos y caiga rendida.

dejame perderme entre tu seductor
infierno solo una vez mas,
permitirme besar tu dulce
y cálido deseo una sola vez mas


déjeme soñarte un segundo mas,
arraigándome a la posibilidad
de que quedemos atrapado en un sueño
de que la realidad de difumine,
que pueda soñar el infierno
en tus ojos una sola ves mas.

sueños

Detrás de las sombras,
Donde tu mirada toca mi cuerpo,
Donde tu cielo se hace infierno,
En ese suave lugar donde deseamos
Y detestamos estar.

No es algo permitido, pero el
Deseo de lo oscuro lo hace divertido.
Las tentaciones sin intensas,
Y las prohibiciones las hacen deleitosas.

Solo un beso hará estallar miles de deseos
Los cuales ocultamos entre miradas
Discretas y gestos disfrazados con hostilidades.
Reprimidos hasta que un beso los libere.

Rompe las prohibiciones, solo déjate llevar
Por las suaves emociones. Déjame tocar
Tú lujuria con una caricia entre las sombras
De las noches eternas, donde las fantasías
Se rompen y hacen estrellas con ellas.

dentro de tentaciones

mis ojos dejan de ver,
solo mi corazón responde
los impulsos solo me llevan
a la eterna perdición.

no quiero respirar, ya que siento
innecesario hacerlo cuando me tocas
me siento perdida, pero a la vez
orientada cerca de ti.

a pesar de la gran oscuridad,
puedo ver tu alma, sentirla
como si hubieran mil luces
enfocando hacia ella.

bebiendo agua de tus labios
siento sed, la cual no se como saciar,
y caigo en el desespero, hasta que
ya puedo parar.

pero aun así me siento perdida,
entre el sueño y la realidad
entre tu cuerpo y el mio
entre tu rose y mi deseo

siento que no encuentro rumbo
que mis sentidos se anulan
con tan solo un susurro
con tan solo una caricia

pero aun así sigo, me pierdo
te pierdo, y te vuelvo a encontrar,
sin siquiera tenerte...
solo viviendo en esta eterna fantasía